Antón Costas Comesaña, catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona, dice hoy en el suplemento de Negocios de El País que la inversión faraónica en el AVE radial es una aberración económica porque necesitará una asignación permanente de recursos presupuestarios y nunca será rentable.
La red de autopistas y autovías y todas las infraestructuras ferroviarias de ADIF pueden ser cubiertas de paneles solares y convertirse en la mayor central de generación eléctrica renovable del país. No hay que pagar por el terreno, ni indemnizar a propietarios privados, ni construir caminos de acceso. Si, además, se jalonan estas redes con generadores eólicos cada quinientos metros el balance energético o medición neta entre lo que consume el ferrocarril y la energía generada sería favorable para la Administración propietaria.
Por otra parte, no habría que hacer estudios de impacto ambiental porque ya se hicieron al realizar la infraestructura. La creación de puestos de trabajo para el mantenimiento de los nuevos dispositivos estaría muy repartida y contribuiría a la revitalización de zonas rurales alejadas de las grandes concentraciones urbanas.
